Con el rezo del Rosario, vencemos el mal, es la guillotina del diablo. Todos unidos hacemos fuerza
y siempre he considerado que tenemos un tesoro, un caudal rezando el Rosario, y cuando llegan las pruebas, los momentos difíciles, tenemos de donde agarrarnos, ya que tenemos acumuladas, muchas pero muchas e incontables: Ave Marías.